Es muy importante preparar el terreno antes de plantar nada, ya que así conseguiremos que las plantas puedan enraizar fácil y rápidamente. Por ello, tenemos que quitar la hierba y las piedras y después nivelar el suelo un poco. También, si queremos, podemos poner una malla antihierbas para que dichas plantas no molesten a las de nuestro huerto.
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Enriquecer el suelo es fundamental para tener unas excelentes cosechas. Y es que, además de agua las plantas necesitan ‘comida’ para poder crecer sanas y fuertes. Por lo tanto, debemos de abonar con abonos orgánicos como estiércol, guano o compost y mezclar el abono con la tierra con un rastrillo o un motocultor.
A veces, para aprovechar mejor el espacio lo que se hace es plantar las plantas como quien dice ”una encima de la otra”. Esto, si ya supone un problema importante si se cultivan en maceta, en el huerto además nos quita la oportunidad de tener mejores cosechas. Para evitarlo, tenemos que conocer el tamaño adulto de las especies que vamos a plantar y tratar de ponerlas a una distancia mínima entre ellas con el fin de que puedan tener un buen desarrollo.
Especialmente durante el verano, las plantas de huerto necesitan mucha agua. Si queremos obtener excelentes cosechas tenemos que asegurarnos de que no les va a faltar el preciado elemento en ningún instante. Así pues, tenemos que procurar que la tierra no pierda humedad.
Las hortícolas son plantas que pueden verse afectadas por varias plagas y enfermedades, como las cochinillas, la araña roja, o el oidio, entre otras. Antes de que eso pase, es muy recomendable hacer tratamientos preventivos cada 15 días con productos naturales, como el aceite de neem o el jabón potásico, los cuales además nos servirán como curativos en el caso de que ya tuvieran alguna.
Con todos estos consejos, seguro que conseguiremos unas muy buenas cosechas.